Muchos practicantes comprometidos con el yoga se levantan al amanecer. ¿Por qué? Ese momento del día se considera el más propicio para la meditación, la oración y la conexión con el ser interior. En sanscrito se le llama brama muhurta, que se traduce como “la hora de brahman (bramhan es la realidad absoluta, e instaura la actitud correcta para el resto del día). Además, practicar a la salida del sol tiene un simbolismo. Según la tradición, el sol es el primer maestro que enseño el yoga a la humanidad. Es una metáfora del espíritu que brilla continua y eternamente. Por eso, uno de los ejercicios que más y mejor nos despiertan es el saludo al sol.
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